El bombo ardió brillante y rápido—los memecoins y los NFT una vez impulsaron las criptomonedas, robando el protagonismo en este ámbito. Pero, como un coche que se queda sin gasolina, el combustible especulativo que impulsaba estas criptomonedas se ha agotado. ¿Podrían los activos del mundo real tokenizados ocupar su lugar?
En resumen, sí. A medida que los memecoins pierden