L1 simplificado: Nueva dirección de Ethereum

La visión de Ethereum como plataforma de libro mayor global requiere un equilibrio entre dos capacidades clave: escalabilidad y resiliencia. Aunque las bifurcaciones duras recientes y la hoja de ruta futura se centran en mejorar el rendimiento y la capacidad, la simplicidad del protocolo también es un pilar importante para construir la resiliencia del sistema, aunque a menudo se pasa por alto.

El éxito de Bitcoin se debe en gran medida a su diseño de protocolo extremadamente simple. Esta simplicidad no solo reduce la barrera de comprensión y desarrollo, sino que también disminuye la complejidad de mantenimiento y los riesgos de seguridad potenciales, al mismo tiempo que limita la posibilidad de ser manipulado por intereses especiales. En comparación, Ethereum ha tenido un desempeño deficiente en este aspecto, lo que ha llevado a un aumento innecesario de los costos de desarrollo, riesgos de seguridad y un ambiente de investigación cerrado.

En los próximos cinco años, se espera que Ethereum se acerque a Bitcoin en términos de simplicidad. Este objetivo se puede lograr desde dos aspectos: la capa de consenso y la capa de ejecución.

En el ámbito del consenso, el nuevo mecanismo integrará los logros de investigación en teoría del consenso, pruebas de conocimiento cero y economía de staking de la última década. Las mejoras clave incluyen la introducción de un mecanismo de finalización de tres ranuras, la simplificación de las reglas de selección de bifurcaciones y la estructura de red, así como la optimización de la lógica relacionada con la transición de estados. Estas transformaciones reducirán significativamente la complejidad del código, mejorarán la seguridad y harán que el sistema sea más fácil de entender y mantener.

La reforma de la capa de ejecución enfrenta desafíos aún mayores. La actual máquina virtual de Ethereum (EVM) presenta problemas como un conjunto de instrucciones complejo, contratos precompilados difíciles de entender y una pesada carga de compatibilidad histórica. Una posible solución es adoptar máquinas virtuales más simples, eficientes y amigables con las pruebas de conocimiento cero, como RISC-V, en lugar de la EVM. Esto no solo podría traer mejoras significativas en el rendimiento, sino también simplificar la estructura del sistema, facilitando la auditoría y la verificación de seguridad. Para lograr una transición suave, se podría adoptar una estrategia similar a la que utilizó Apple al pasar a los chips ARM, usando Rosetta para permitir que los contratos antiguos se ejecuten en el intérprete de EVM de la nueva máquina virtual.

Además, el futuro protocolo de Ethereum debería integrar más componentes compartidos, como códigos de borrado unificados, formatos de serialización y estructuras de árboles de estado, para reducir aún más la complejidad del sistema. Esto hará que la arquitectura subyacente de Ethereum sea más elegante y eficiente.

La búsqueda de la simplicidad requiere un cambio cultural. Aunque a corto plazo puede ser necesario renunciar a algunas funciones y hacer un esfuerzo adicional, a largo plazo, la simplicidad puede aportar un gran valor. Se puede inspirar en la idea de tinygrad y establecer un objetivo de número máximo de líneas para el código de consenso de Ethereum, buscando acercar su complejidad a la de Bitcoin. Al mismo tiempo, el diseño general debe adherirse al principio de "simpleza primero", inclinándose hacia el encapsulamiento local en lugar de la complejidad sistemática.

A través de estas medidas, Ethereum tiene la esperanza de lograr una mayor simplicidad y mantenibilidad, al mismo tiempo que mantiene la innovación y un gran rendimiento, lo que fortalece su resiliencia y sostenibilidad a largo plazo como infraestructura global.