Solo puedes ser responsable de tus propias emociones y acciones, no de las de los demás. Muchas personas viven a largo plazo bajo presión, sin saber de dónde proviene esa presión. De hecho, esa presión a menudo proviene de asumir inconscientemente responsabilidades y obligaciones que no te corresponden. Puedes tomar la infelicidad de otros como tu responsabilidad, o las expectativas de otros (incluso si son poco realistas) como tareas que debes cumplir. Has gastado mucho tiempo, energía y esfuerzo tratando de cambiar a los demás, asumiendo la vida de otros, solo para hacerles un poco más felices. Pero pregúntate a ti mismo: ¿realmente eres feliz? Cuando dedicas toda tu energía a resolver los problemas de los demás, descuidas tu propia vida. Con el tiempo, incluso comienzas a creer que tu felicidad y tristeza dependen de otros, no de ti mismo. Esta creencia te hará perder poder cada vez más. Si puedes delinear claramente tus responsabilidades y límites, la presión interna disminuirá considerablemente. Puedes decirle honestamente a los demás: "No lo sé, esto no es algo que pueda resolver. Haré lo posible dentro de mis capacidades para ayudar, pero no puedo decidir las elecciones de los demás." Cuando dejas de asumir esas presiones innecesarias, podrás poco a poco recuperar tu ser. Comprenderás que tu futuro no está en manos de otros, sino en tus propias decisiones. Desde este momento, utiliza la energía que deberías gastar en otros para reconstruir tu propia vida. Porque solo tú puedes ser responsable de tu vida, solo tú puedes crear el futuro que realmente deseas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Solo puedes ser responsable de tus propias emociones y acciones, no de las de los demás. Muchas personas viven a largo plazo bajo presión, sin saber de dónde proviene esa presión. De hecho, esa presión a menudo proviene de asumir inconscientemente responsabilidades y obligaciones que no te corresponden. Puedes tomar la infelicidad de otros como tu responsabilidad, o las expectativas de otros (incluso si son poco realistas) como tareas que debes cumplir. Has gastado mucho tiempo, energía y esfuerzo tratando de cambiar a los demás, asumiendo la vida de otros, solo para hacerles un poco más felices. Pero pregúntate a ti mismo: ¿realmente eres feliz? Cuando dedicas toda tu energía a resolver los problemas de los demás, descuidas tu propia vida. Con el tiempo, incluso comienzas a creer que tu felicidad y tristeza dependen de otros, no de ti mismo. Esta creencia te hará perder poder cada vez más. Si puedes delinear claramente tus responsabilidades y límites, la presión interna disminuirá considerablemente. Puedes decirle honestamente a los demás: "No lo sé, esto no es algo que pueda resolver. Haré lo posible dentro de mis capacidades para ayudar, pero no puedo decidir las elecciones de los demás." Cuando dejas de asumir esas presiones innecesarias, podrás poco a poco recuperar tu ser. Comprenderás que tu futuro no está en manos de otros, sino en tus propias decisiones. Desde este momento, utiliza la energía que deberías gastar en otros para reconstruir tu propia vida. Porque solo tú puedes ser responsable de tu vida, solo tú puedes crear el futuro que realmente deseas.